miércoles, 24 de diciembre de 2008

A 2008 AÑOS DE LA REVOLUCIÓN

"en busca de un sueño, Dios vino a la tierra"

Silvio Rodriguez



Estamos en el mes de Diciembre. El 24 a la noche se celebrara en todo el mundo el nacimiento de Jesús de Nazaret. Un niño que con el correr de los años se transformo en uno de los revolucionarios más importantes de la historia de la humanidad.

Pasaron 2008 años, más de veinte siglos y su nombre sigue latiendo en un imaginario colectivo que lo ve desdibujado y practica su credo a medias tintas. Pero quién es Jesús, ¿cuáles eran (mejor dicho cuáles son) sus sueños?, ¿Qué ideales perseguía?

Al hablar de Cristo, teniendo en cuenta la óptica religiosa, es preciso distinguir las dos dimisiones que habitan su ser. Dimensiones que se vuelven presentes en cada habitante de estas tierras. Por un lado la faceta divina, metafísica, que en él se presenta como Hijo de Dios, el redentor del pecado original descripto en el Antiguo Testamento. Por otro, su factor humano, lo que algunos autores reconocen como Cristo histórico que se da en un tiempo determinado, con particularidades determinadas.

Lo verdaderamente Revolucionario de su pensamiento se da en ambos ámbitos, tanto en lo metafísico, como en lo humano.

Lo divino permite, a aquel que cree, la posibilidad de vivir eternamente, de vencer a la muerte. Encontrar en las noches frías y silenciosas a un amigo, compañero o confesor que siempre está presente. Es una muleta que ayuda a caminar, que permite seguir adelante. Un colchón que hace que las caídas duelan menos, unos brazos invisibles que mantienen en píe a aquel que no tiene más fuerza.

Por su parte, lo humano permite soñar con un mundo más justo, humilde y honesto. Soñar que es posible que el paraíso se forje en estas tierras. “Ámense unos a los otros, como yo los he amado” encierra la posibilidad cierta de que se puede (y se debe) amar al prójimo, al hermano hasta las últimas consecuencias, sin pedir nada a cambio, entregarlo todo sin pedir nada (ni vida eterna, ni salvación). Y es posible amar desde la pasión, pero no alejados de la razón, porque muchos hombres amaron de la misma forma que Jesús amo. Entregando hasta la vida por el bien del otro, de otros.

No se trata de plantear un estereotipo a seguir. Los modelos suenan a inalcanzables. Más bien el que haya existido hace más de dos mil años un ser humilde de corazón, que luchó contra la tiranía y la opresión del Imperio Romano, usando como estandartes el amor y la justicia, debe permitir la posibilidad de ser Cristos en la tierra. Y este ser Cristos, no significa ceernos merecedores del cielo por no tener pecados o igualarnos en su imagen -Dios no lo permita-, sino entender que aquellas palabras como paz, amor, solidaridad, humildad, amistad, compañerismo, justicia, esperanza, fe, etc…,que muchas veces solemos usar en lo abstracto, son posibles de materializar en cada momento de nuestra práctica cotidiana porque representan cualidades que son innatas en todo ser humano. Somos seres sociales que necesariamente necesitamos del amor del otro para poder vivir y por ende el otro necesita de nuestro amor para seguir viviendo.

El planteo, de este ser humano, de este hombre de carne y hueso, hijo del hombre, es la liberación de la opresión a la que se encuentra sometido el hombre por el propio hombre. Es hacer desaparecer las injusticias sociales que el ser humano lleva a la práctica en su intento de querer ser el Dios de los Dioses.

El decir que todos somos iguales ante los ojos de Dios, es expresar un fuerte anhelo de justicia social en donde todo ser tiene los mismos derechos, no solamente materiales sino espirituales. De que no deberían, ni deben, existir diferencias sociales, raciales o de género, de que todos somos poseedores de una misma dignidad humana que no debe ser jamás violada. Es luchar contra todo tipo de injusticia social, contra el hambre, la pobreza, el odio, la codicia, el consumo, el progreso indefinido, la destrucción de nuestro planeta. Es entender que la verdadera libertad radica en las elecciones que hacemos cada día y que esa elección repercute no solo en nuestro ser sino en todo aquel que se encuentra a nuestro lado. Es comprender que existen cosas más importantes que tener un auto último modelo, la casa, el jean de marca, las zapatillas de moda. Que el ejercicio democrático no se termina en las urnas. Que no puede existir el hambre y la pobreza en un país que puede alimentar a 300 millones de seres humanos. Es darse cuenta que la verdadera salvación está en lograr que el otro sea mejor persona, mejor ser humano y de esa forma nos vamos humanizando. Es poder coordinar lo que pensamos, y soñamos colectivamente, con la práctica cotidiana. Es no hacernos los desentendidos ante el sufrimientos de los demás. Es ser cristianos aunque no creamos en Cristo. Es que el paraíso comience en la tierra y si tiene ganas continúe en el cielo.

3 comentarios :

  1. hermoso esto que escribieron....

    felicidades para todos...


    Franco

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  2. ustedes trabajar para cuando??????
    igual les deseo un buen año.

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  3. cumpas: feliz año, felices fiestas... brindo por un nuevo año de militancia en el que podamos seguir construyendo organizacion popular.
    saludos desde rio cuarto, del malon y de la juventud de la CTA
    juli

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