El lunes 29 de marzo del año 2010 quedara en la memoria de la ciudad de Rafaela, ya que en ese día se cometió uno de los asesinatos más crueles y paradigmáticos de su historia.
En él se termino con la vida de Silvia Suppo, militante y presa política durante dictadura genocida de 1976. Detenida, torturada en el centro de detención “La Casita”, y en la actualidad unas de las responsable, gracias a su testimonio, del enjuiciamiento y castigo de represores de la última dictadura militar como lo fueron el ex juez federal Víctor Brusa, el jefe de la seccional cuarta Mario Facino, el jefe de la unidad de Infantería Juan Calixto Perizotti y la secretaria de éste último María Eva Aevi.
A su vez Silvia era testigo clave en una causa que estaba dando sus primeros pasos, por el secuestro y desaparición de Reinaldo Hatemmer, quien es uno de los 18 desaparecidos de nuestra ciudad. El juzgar a sus captores y responsables de su desaparición podría marcar un hito en una cuidad que se cree ajena a una problemática de significativa importancia como lo es los actos genocidas ocurridos durante la ultima dictadura.
Si se tiene en cuenta el pasado militante de Silvia, lo determinante que fueron sus declaraciones en la Causa Brusa y la importancia que tenia su testimonio en la Causa Hatemmer, nos resulta difícil de creer la hipótesis que se manejó en un principio y aún se sigue manejando como visión hegemónica por la policía y ciertos medios de comunicación y sectores de gobierno (provincial y municipal), que plantea como móvil del asesinato el robo de alrededor $200, efectuado por dos lavacoches que hoy por hoy están detenido. Ciertos sectores de poder parecen interesados en utilizar el caso para demostrar la velocidad con la que la policía de Santa Fe resuelve ciertos hechos ilicitos. A su vez, estos sectores, a partir del asesinato de Silvia, buscan avanzar con la criminalización de la pobreza, ya que a partir de este hecho se han retomado, en Rafaela, proyectos de ordenanza verdaderamente reaccionarios.
Desde ese mismo lunes, diversas organizaciones sociales de la ciudad empezamos a juntarnos y a discutir cuales iban a ser las estrategias de acción ante tan sospechoso asesinato. Asesinato que no puede ser descontextualizado de la etapa histórica que estamos viviendo como continente, en donde un candidato a presidente plantea la idea del perdón a los genocidas, en donde en Latinoamérica se dan casos de golpes de estado como en Honduras o intento de golpes como en Bolivia, Venezuela, en donde los departamentos especiales de EEUU como el Pentágono, la CIA, la Usaid, la cuarta Flota están reorganizando a la derechas conservadoras de Latinoamérica para volver a controlar su patio trasero por vías que distan de ser democráticas.
En este contexto y con esta preocupación surgió la necesidad de que las organizaciones sociales que desarrollan sus actividades en la ciudad de Rafaela dejarán de lado sus diferencias, puedan organizarse y demostrar unidad, para apoyar a los familiares de Silvia Suppo en su reclamo de justicia, pero también para demostrar unidad del campo popular ante estos hechos que nos recuerdan que ciertos sectores fuertemente vinculados e involucrados en la última dictadura siguen todavía activos.
A partir de estas ideas, desde las organizaciones sociales, en forma conjunta con los hijos de Silvia, surgió la necesidad de realizar una manifestación el día Viernes 2 de abril, bajo tres consignas: Verdad y Justicia, ¿Robo o Asesinato Político?, Esclarecimiento ya.
Bajo estas consignas el último viernes, poco a poco, más de 1000 personas se fueron congregando en la plaza 25 de mayo. Además de diversas organizaciones sociales y partidos políticos de la ciudad, estuvieron presentes organizaciones de otros puntos del país como de Rosario, Santa Fe y Buenos Aires. Alrededor de las 10 de la mañana bajo un cielo negro comenzó la marcha encabezada por los hijos de Silvia.
Este acontecimiento histórico, trae consigo importante trascendencia en nuestra región ya que fue una de las pocas veces que en una ciudad y sociedad conservadora como la rafaelina se pueda realizar una manifestación exigiendo Memoria, Verdad y Justicia.
Nuevamente demostramos que si estamos juntos y dejamos de lado nuestras diferencias somos muchos, y que si somos muchos y estamos organizados va ser muy difícil que vuelvan a matar o desaparecer a un compañero, porque como ciudadanos debemos seguir reclamando y exigiendo que se enjuicie a los responsables civiles y militares de esa etapa tan sangriento y triste de nuestro país. Para que de una buena vez por todas esas heridas abiertas hace 34 años cicatricen.
A su vez Silvia era testigo clave en una causa que estaba dando sus primeros pasos, por el secuestro y desaparición de Reinaldo Hatemmer, quien es uno de los 18 desaparecidos de nuestra ciudad. El juzgar a sus captores y responsables de su desaparición podría marcar un hito en una cuidad que se cree ajena a una problemática de significativa importancia como lo es los actos genocidas ocurridos durante la ultima dictadura.
Si se tiene en cuenta el pasado militante de Silvia, lo determinante que fueron sus declaraciones en la Causa Brusa y la importancia que tenia su testimonio en la Causa Hatemmer, nos resulta difícil de creer la hipótesis que se manejó en un principio y aún se sigue manejando como visión hegemónica por la policía y ciertos medios de comunicación y sectores de gobierno (provincial y municipal), que plantea como móvil del asesinato el robo de alrededor $200, efectuado por dos lavacoches que hoy por hoy están detenido. Ciertos sectores de poder parecen interesados en utilizar el caso para demostrar la velocidad con la que la policía de Santa Fe resuelve ciertos hechos ilicitos. A su vez, estos sectores, a partir del asesinato de Silvia, buscan avanzar con la criminalización de la pobreza, ya que a partir de este hecho se han retomado, en Rafaela, proyectos de ordenanza verdaderamente reaccionarios.
Desde ese mismo lunes, diversas organizaciones sociales de la ciudad empezamos a juntarnos y a discutir cuales iban a ser las estrategias de acción ante tan sospechoso asesinato. Asesinato que no puede ser descontextualizado de la etapa histórica que estamos viviendo como continente, en donde un candidato a presidente plantea la idea del perdón a los genocidas, en donde en Latinoamérica se dan casos de golpes de estado como en Honduras o intento de golpes como en Bolivia, Venezuela, en donde los departamentos especiales de EEUU como el Pentágono, la CIA, la Usaid, la cuarta Flota están reorganizando a la derechas conservadoras de Latinoamérica para volver a controlar su patio trasero por vías que distan de ser democráticas.
En este contexto y con esta preocupación surgió la necesidad de que las organizaciones sociales que desarrollan sus actividades en la ciudad de Rafaela dejarán de lado sus diferencias, puedan organizarse y demostrar unidad, para apoyar a los familiares de Silvia Suppo en su reclamo de justicia, pero también para demostrar unidad del campo popular ante estos hechos que nos recuerdan que ciertos sectores fuertemente vinculados e involucrados en la última dictadura siguen todavía activos.
A partir de estas ideas, desde las organizaciones sociales, en forma conjunta con los hijos de Silvia, surgió la necesidad de realizar una manifestación el día Viernes 2 de abril, bajo tres consignas: Verdad y Justicia, ¿Robo o Asesinato Político?, Esclarecimiento ya.
Bajo estas consignas el último viernes, poco a poco, más de 1000 personas se fueron congregando en la plaza 25 de mayo. Además de diversas organizaciones sociales y partidos políticos de la ciudad, estuvieron presentes organizaciones de otros puntos del país como de Rosario, Santa Fe y Buenos Aires. Alrededor de las 10 de la mañana bajo un cielo negro comenzó la marcha encabezada por los hijos de Silvia.
Este acontecimiento histórico, trae consigo importante trascendencia en nuestra región ya que fue una de las pocas veces que en una ciudad y sociedad conservadora como la rafaelina se pueda realizar una manifestación exigiendo Memoria, Verdad y Justicia.
Nuevamente demostramos que si estamos juntos y dejamos de lado nuestras diferencias somos muchos, y que si somos muchos y estamos organizados va ser muy difícil que vuelvan a matar o desaparecer a un compañero, porque como ciudadanos debemos seguir reclamando y exigiendo que se enjuicie a los responsables civiles y militares de esa etapa tan sangriento y triste de nuestro país. Para que de una buena vez por todas esas heridas abiertas hace 34 años cicatricen.
Soy María Aicia García Facino (pariente de todos los descendientes de Luisa Facino y Faustino Ripamonti)y comunico que las amenazas al celular de Patricia Isasa fueron un invento de los diarios de Santa fe (empezando por Uno Santa Fe,que plagia /roba a Clarín, La Nación) y estoy pensando muy seriamente en hacer juicio por calumnias e injuirias a quienes afirmen repitan que yo envié amenazas al celular de Patricia Isasa,quien el 27/2/2010 me llamó dos veces a mi celular (03482)15635531
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