LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN SON PATRIMONIO DE LA HUMANIDAD

El pasado miércoles 19 de noviembre en las instalaciones de UCES Centro, se realizó la conferencia-debate, cuyo eje fue el proyecto para una nueva ley de radiodifusión, conocido como 21 Puntos Básicos por el Derecho a la Comunicación. Dicha actividad estuvo a cargo de Néstor Piccone, Director de Contenidos de la Secretaria de Medios de la Nación; Daniel Fossaroli, Presidente del Foro Argentino de Radios Comunitarias (FARCO) y Danilo Martinez, integrante de la Mesa Nacional de FARCO.

La charla se centró en el por qué es necesaria una Nueva Ley de Radiodifusión en nuestro país y qué características tendría que tener este nuevo proyecto, para así poder remplazar la actual ley que fue decretada en la última dictadura militar y que beneficia pura y exclusivamente a los grandes medios de comunicación.

Tal es el poder acumulado por los multimedios en los últimos 30 años que hoy en día poseen el mismo poder que antes tenía el ejército para desestabilizar o destituir en cualquier momento a un gobierno. Un claro ejemplo de ello es lo ocurrido en Bolivia en los últimos meses.

Por ello cuando se debate sobre una Nueva Ley de Radiodifusión se está debatiendo sobre qué clase de democracia queremos. Porque la información plural, diversificada y seria es primordial para una democracia más participativa.

Pero en la conferencia-debate del miércoles no sólo se trató lo que respecta al contenido, sino que también se hizo referencia a la necesidad de que todos los ciudadanos tengamos la posibilidad de ser emisores, es decir que todos tengamos voz y no sólo aquellos que son los dueños de los medios o estudiaron carreras relacionadas con la comunicación. Todos tenemos derecho a expresarnos y mostrar nuestra cultura a los demás, por eso es importante la siguiente idea expresada por Néstor Piccone en la conferencia del pasado miércoles: “los medios de comunicación son patrimonio de la humanidad y son los Estados los que distribuyen las frecuencia. Nuestra voluntad es que dentro del Gobierno se reparta la frecuencia en un 33% para el sector privado, 33% para el sector estatal y público y un 33% para el comunitario y cooperativo”.

En la actividad también se comentó un dato muy importante: más de 300 organizaciones, entre ellas la CTA y CGT, son las que coinciden en la necesidad de la modificación de esta ley, pero no obstante son 19 grupos de multimedios los que ejercen presión al Gobierno y al Congreso para que esta ley no se modifique, demostrando claramente que con la ley vigente no se busca fomentar la diversidad de voces, la pluralidad de contenidos, sino que lo único que se persigue es la concentrar más y más los medios de comunicación en pocas manos para así maximizar las ganancias de las grandes empresas. Empresas cuyos capitales en su mayoría son capitales extranjeros, por ende, su fin no es el de estar al servicio de las necesidades comunicacionales y culturales del país si no que sólo les interesa lo que más vende.

Por lo tanto, la reforma de la actual ley de radiodifusión debe importar a toda la sociedad y para su modificación, es necesario que el pueblo salga a la calle a reclamar. Pero para ello es trascendental el espíritu crítico de la ciudadanía, esto quiere decir que la gente tiene que empezar a desconfiar de lo que ve, porque siempre lo que ve tiene una intencionalidad ya que los medios no son objetivos, sino que responden a intereses económicos y políticos determinados.

En conclusión, es fundamental poder generar un marco regulatorio nuevo, que limite el poder de los grandes medios, y también que permita y fomente que todos los ciudadanos puedan participar del proceso de emisión, es decir, tener influencia en los contenidos de los medios, porque como dice Armand Mattelart “la libertad política no se puede resumir en el derecho a ejercer uno su voluntad. Reside también en el derecho a dominar el proceso de formación de esta voluntad”.